Un microbús del transporte público haciendo una parada ilegal justo en medio de una bocacalle. El carro rojo que se ve a la izquierda ha quedado bloqueado.
Sensuntepeque, la ciudad de los 400 cerros. Amo esta ciudad; pero eso no me impide ver algunos defectos que ésta tiene.
Sensuntepeque es una ciudad poco amigable con los peatones y con los automovilistas. A los peatones no les ofrece suficientes aceras adecuadas para transitar. Y a los automovilistas los obliga a dar un montón de vueltas para llegar a su destino. Es, digámoslo así, una ciudad con muy poco sentido de la urbanidad.
Aceras demasiados estrechas y poco prácticas para caminar sobre ellas.
A veces hay aceras; pero hay también ya cierta costumbre arraigada de caminar en las calles.
Peatones caminando en la calle. No usan las aceras, donde las hay. Al lado izquierdo de la foto hay un portal con una amplia acera (una excepción a la regla).
Y si a esto le agregamos que algunos automovilistas cometen a diario diversidad de violaciones a la ley de tránsito, pues la verdad es que la convivencia se vuelve difícil. En esta ocasión mencionaré dos.
Uno de los errores que algunos automovilistas cometen es que cruzan en contrasentido. Ésto es muy peligroso. En varias ocasiones he estado cerca de tener un accidente. El problema básico es que no conservan su derecha al conducir. Es decir, que cada vez que van a cruzar hacia su izquierda, en lugar de «abrirse», conservando su derecha, toman su izquierda. Para darme a entender mejor, les muestro a continuación un dibujo. Para verlo den un clic en el enlace de abajo.
La otra falta que he observado y que me parece que es muy frecuente es la de detenerse en donde más les da la gana para bajar o subir pasajeros. Y no estoy hablando sólo de transporte público, sino, y principalmente, del transporte privado. Se detienen increíblemente a mitad de la calle. Esto provoca bloqueo de la vía y le resta fluidez al tránsito de vehículos. Esta conducta no sólo es una falta de respeto hacia la ley de tránsito, sino que denota mala educación, egoísmo y una verdadera indiferencia hacia los derechos de los demás. En muy pocas ocasiones he visto que alguien se estacione junto a la acera para subir o bajar pasajeros.
Con estas conductas desatinadas, otra vez sale a relucir la necesidad de educación que tiene nuestro país. El Salvador no saldrá adelante con las falsas promesas ni con el populismo de los políticos. Sólo la educación podrá sacarnos a flote algún día.
Texto:
Óscar Perdomo León
Fotografías:
Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León
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MÁS ALLÁ DE LOS 400 CERROS 
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El problema más grande que he visto en Sensuntepeque es la indisciplina en el tráfico vehicular. No respetan a los peatones ni a las señales de tránsito.
Anna Amaya Aguilar: muchas gracias por dejar su opinión.
Creo que estos señores y señoras que manejan deben recibir un CURSO INTENSIVO de conducción.Me imagino que obtuvieron su licencia de conducir cuando éstas se compraban.HA! a esto agréguenle que manejan a una velocidad exorbitante , si uno como peatón no se aparta se lo pasarían llevando. HAy cosas que son de sentido común. ¿Qué hacer, si no lo tienen? o lo esconden para su conveniencia.
Buena observación. Muchas gracias, anónimo, por dejar su comentario.