Una de las máximas virtudes de Ana Mercedes es la declamación y lectura de poemas, lo cual hace con una emoción sincera y sin llegar a la exageración.
“Cómo quisiera que en El Salvador hubiera mayor aprecio por el arte nuestro”, expresa la poeta y promotora de la cultura, Ana Mercedes Miranda Morán, quien obtuvo su licenciatura en Periodismo de la Universidad de El Salvador. Nació el 15 de agosto de 1954, en la ciudad de San Vicente, en donde sólo vivió 40 días y 40 noches. En 1966 su padre fue trasladado a Sensuntepeque. Es hija única del profesor José Antonio Miranda (ya fallecido) y de Mercedes Rubidia Morán.
Debido al ejercicio de la docencia por parte de su padre y que a los profesores el Ministerio de Educación los cambiaba cada año o cada dos años( a veces cada 6 meses), del lugar de enseñanza, ella vivió durante los primeros años de su infancia en diversos municipios y departamentos de El Salvador; así, cuenta que vivió en San Ignacio (Chalatenango), Apastepeque (San Vicente), Suchitoto (Cuscatlán), San Julián (Sonsonate) y Santa Tecla (en el departamento de La Libertad). Ana Mercedes recuerda cómo, al final de cada año, ella y su madre esperaban que el profesor Miranda les dijera el lugar a donde lo habían trasladado. Rememora también lo duro que eran las mudanzas y lo difícil que era dejar a las amistades recién creadas y ser siempre “la nueva de la escuela”.
Parecerá raro que se tenga recuerdos de edades tan tempranas como a los tres años, pero en la memoria de nuestra querida amiga habitan las reminiscencias desde un poco antes de esa edad. Fue una niña excepcional. A los tres años aprendió a leer gracias a su madre, quien le leía infinidad de cuentos y libros, de ahí su gran amor por las letras.
Su amor a los libros inició tan pronto como aprendió a leer, así, a los tres años, ya leía obras resumidas de los grandes escritores como Cervantes, Alejandro Dumas y Shakespeare, todos existentes en la extensa biblioteca de su padre, quien constantemente adquiría libros para leer él y también Ana Mercedes.
A pesar de ser hija única y de no tener un estrecho contacto con primos, de ser partícipe de fugaces amistades y constantes traslados, refiere que su niñez fue feliz, inmersa en el mundo mágico de los juegos de “expedición” en el jardín de su casa, tiempo en el cual anotaba sus aventuras en una, para ella «bitácora”, pero que únicamente era un cuaderno o una libreta, y se acompañaba de anteojos de larga vista, a modo de cámara.
Se desarrolló entre los grandes de la música como Bethoven, Mozart, Manuel de Falla, Vivaldi , Strauss, Chopin, Tchaikovsky, etc., los que escuchaba cuando su padre ponía los discos en su aparato de sonido. Algo peculiar en ella es que goza con la música en marimba, gusto que le fue trasladado por el Prof. Miranda.
Cuando era pequeña su madre la llevaba a clases de ballet impartidas por el Maestro Miguel de la Cruz Acevedo Cañas. Esto fue para ella un punto de despegue para que luego incursionara en la danza de proyección folklórica y de diversas partes del mundo, aunque sus preferidas son las de El Salvador.
Uno de los grandes momentos que llenaron su infancia fue cuando junto con sus padres visitó el Teatro Nacional de San Salvador, para asistir al concierto que una compañía de Ópera Italiana ofreció en 1964. Ahí disfrutó con las óperas “Tosca”, “El Trovador”, “Cavalleria Rusticana” e “I Pagliaci”. Esas obras dejaron en ella una huella imborrable.
Llegó a Sensuntepeque en el año de 1966, cuando su padre fue nuevamente transferido para trabajar en el Instituto Nacional, creyendo que sería un lugar más de los muchos que le faltaría recorrer; sin embargo, al siguiente año, por lucha de la Asociación de Educadores Salvadoreños “ANDES 21 de JUNIO”, se anuló el traslado obligatorio para los maestros, convirtiéndose este lugar en el suelo que considera “su pueblo”.
Estudió en la escuela “Fermín Velasco” y el bachillerato lo realizó en el Instituto Nacional de Sensuntepeque.
Tuvo la fortuna de ser alumna de la gran poetisa nacional -de origen sensuntepecano- Maura Echeverría (a quien también le hemos dedicado un capitulo en este blog: MAURA ECHEVERRÍA, poeta y educadora).
Fue catedrática en el Depto. de Periodismo en la Universidad de El Salvador en 1985-91, impartiendo Técnicas de Redacción e Investigación, así como también Reportaje Interpretativo y Editorial.
En 1994 se reencontró con el que es su esposo actualmente, Pedro Carbonell Romero. ¿Se reencontró? Bueno, lo que pasa es que unos años atrás se conocieron en la Universidad de El Salvador (UES), precisamente en el Departamento de Periodismo, su lugar de estudio, cuando ella llegó al local de la Asociación de Estudiantes de Periodismo (AEP), para comprar un periódico estudiantil, publicado por la misma asociación, “Primera Plana”, y quien lo estaba vendiendo era Pedro, también alumno de los niveles superiores de dicho Departamento. Desde que la vio quedó prendado de su belleza; así que de pronto él se le aparecía en el cafetín y en cualquier parte, hasta que iniciaron un noviazgo; después de un tiempo rompieron, hasta que se reencontraron y desde entonces no se han vuelto a separar.
Una de las labores más importantes que realiza Ana Mercedes Miranda es su dedicación a la promoción de las artes y la cultura. Dos maneras concretas en que lo hace es la realización de Perio-Revista “Tiempo Cultural», la cual para este año 2011 cumplirá 16 años de salir a la luz ininterrumpidamente (fue fundada en abril de 1995). Esta revista la construye junto a su esposo. Además hace poco han iniciado su revista también en línea, la cual dedican también a otros pueblos de El Salvador; pueden leerla siguiendo este enlace: ttp://pulse.yahoo.com/_DV76K2XOELKO7ACJ4P2TZZ4CEM/blog
Pedro C. Romero y Ana Mercedes Miranda Morán
Todo un caminar. Toda una lucha contra todo obstáculo. Una constancia a prueba de toda adversidad, blindada con la fe y el amor a la cultura. El esfuerzo conjunto de estas dos personas le ha brindado a Sensuntepeque, a través de “Tiempo Cultural”, un arsenal histórico en donde se ha registrado la gran mayoría de eventos artísticos y sociales que han transcurrido en esta ciudad durante más de una década. No es una labor vana, ni mucho menos fácil.
En la misma línea de proyección de la cultura, Ana Mercedes Miranda organiza cada noviembre, desde hace 7 años, un evento que sirve para incentivar y aglutinar a muchos sensuntepecanos para que presenten sus trabajos artísticos y sus habilidades artesanales. También se da homenaje a valores del arte y la cultura, en general. El participante u homenajeado pueden ser un pintor, un escritor, una mujer que elabora lindos bordados, un panadero o unas niñas con habilidad musical. Todos tienen acceso y entrada en estos “mágicos” actos, sin distinciones sociales o políticas. Tal como debe de ser. Estos eventos se han venido realizando en la Casa de la Cultura y han llevado distintos nombres. Por ejemplo, el primero se nominó “Música y Poesía para Usted”. Luego vinieron: “Mágico Instante con el Arte y la Cultura de Sensuntepeque”, «Sensuntepeque, tus Valores Artísticos, Culturales y Educativos», “35 Años de Noble Labor Cultural” (dedicado a la Casa de la Cultura de Sensuntepeque) y para el 2009 preparó el acto dedicado “A los XV Juegos Florales”, en conmemoración de esta actividad realizada por la Casa de la Cultura sensuntepecana durante tantos años (evento que desafortunadamente la Casa de la Cultura no realizó en el año 2010). Sobre el acto de este año recién pasado de 2010, pueden leer algo siguiendo este enlace: PERIO-REVISTA TIEMPO CULTURAL REALIZÓ EVENTO EN SENSUNTEPEQUE. Fotorreportaje.
Esta labor de promoción de la cultura es una gran contribución a la educación del pueblo sensuntepequecano. ¿Educación para qué? Preguntan todavía algunos. Bueno, como dijo Álvaro Darío Lara: “¿Educar para qué? Para liberar a la conciencia y a la inteligencia humanas, para que puedan aportar de acuerdo a sus capacidades y especificidades, transformaciones sociales urgentes”.
Los pueblos más educados en el mundo son los que mejor enfrentan los nuevos desafíos y alcanzan un nivel de desarrollo humano más alto. Y ésto precisamente es lo que ha tratado de hacer Ana Mercedes Miranda con su promoción del arte y la cultura en general.
“Mágico momento”, un acontecimiento que se está volviendo una tradición.
Ana Mercedes Miranda, es una poeta de gran sensibilidad, misma que refleja en cada uno de sus poemas, los cuales tocan diversos ámbitos de nuestra cotidiana realidad.
En el año 2010 Ana Mercedes ganó el primer lugar en poesía en un concurso a nivel internacional. Para leer más sobre esto pueden seguir este enlace: PREMIO IBEROAMERICANO PARA SALVADOREÑA. Sensuntepecana llena de orgullo a nuestra patria.
A continuación mostramos un poema, dedicado a los sensuntepecanos, que es parte de su amplio trabajo en el campo de las letras.
MANOS SENSUNTEPECANAS
I
Quiero explicarte, apreciado amigo,
el origen de estos objetos
hechos con arte fino
y materiales selectos.
II
Aquí, de madera, una librera,
la hizo el gran ebanista
don Valentín Barrera,
en su trabajo, gran artista.
III
Por allá, de hierro, segura puerta
forjada por don Magín,
es la entrada a la huerta
que da cosechas sinfín
IV
¿Y este precioso vestido?
Como ayer te lo decía
su tela suave es un suspiro
y lo hizo Merceditas de Munguía.
V
¿Y el ramo de girasoles?
¿Y éste con flor de lis?
El primero lo creó la guapa Crucita Gómez.
El segundo, la bella Karen Solís.
VI
Veo descansando un violín.
¡Ah¡, lo han tocado en cien valles,
en bodas, en fiestas por mil.
Y lo hizo el maestro Esteban Calles.
VII
¡Qué buenas caricaturas¡
Sí, bosquejadas con esmero
y dibujadas con altura
por la mano de Quinteros.
VIII
Si quieres corte de pelo
don Justo y los Kennedy barberos,
trabajan con grande celo
y como Fígaro, certeros.
IX
Para una camisa o buen pantalón
Porfirio Portillo o Mario Barrera,
pues casimir o fresco algodón
toman vida con sus mágicas tijeras.
X
¡Qué divino este collar!
Es de mi prima Toya
quien no deja de alabar
el trabajo de los Joya.
XI
Si degustar tú quisieras
buen pan dulce o pan francés
desearía que comieras
el que comió Tío Andrés.
XII
De Pan Pollo, la semita;
de Mamá Chagua, queiquitos;
nuegaditos de Blanquita;
y de Ma Flori, Cachitos.
XIII
Y mejor aquí termino
estos versos a las manos
que crean con arte fino
de buen sensuntepecano.
Sensuntepeque está en deuda con Ana Mercedes Miranda, fiel amante de estas tierras y de su gente.
Texto:
Érika Valencia-Perdomo
Óscar Perdomo León
Fotografías:
Óscar Perdomo León
Estoy orgullosa de personas como ella que valoran el arte en todas sus expresiones.
Dres. Perdomo-Valencia:
no tengo palabras para agradecerles el lindo trabajo que hicieron sobre mi persona. Ha sido una grata sorpresa para mí porque no me imaginé que lo hubieran publicado en su blog.
Les agradezco muchísimo.
Saludos, estimados profesionales de la medicina y promotores del arte y la cultura.
Felicidades….excelente reportaje, personajes como ella ponen en alto nuestra ciudad…
*Dinora Alfaro: gracias por comentar en nuestro blog.
*Licenciada Miranda: no tiene que agradecernos nada. Honor a quien honor merece.
*Xiomara Callejas: muchas gracias por sus comentarios.
Que bien por Merceditas,en realidad su labor es enorme y viene desde hace mucho tiempo,ella ha sabido apreciar la belleza del pueblo y sus gentes ,ahora es ella la homenajeada,y claro nos alegramos mucho ,por su madre y su padre que tantos buenos ejemplos nos dejo a muchos de sus alumnos,más que merecido Merceditas y gracias a los esposos Perdomo por hacer tan bonito reconocimiento a esta Sensuntepecana de corazón.Su dedicación y esmero a la cultura sensuntepecana la hace al mismo tiempo una generadora de cultura,una investigadora que a cada momento nos regala maravillas que están frente a nosotros y a veces no las podemos ver,muchas felicidades Merceditas y gracias a sus padres que le inculcaron este gusanillo que no le permite quedarse quieta , crear y ver continuamente la belleza y la bondad de las personas…………..Abrazos .
QUISIERA AGRADECER A TRAVÉS DE SU BLOG, LOS CONCEPTOS QUE EXPRESARON SOBRE MI PERSONA LA SRA. XIOMARA CALLEJAS, DINORA ALFARO Y DRA. KELLY SÁNCHEZ DE GONZÁLEZ. LES ESTOY MUY AGRADECIDA, ASÍ COMO A USTEDES, DRES. PERDOMO-VALENCIA. MIL GRACIAS.
Ana Mercedes, la felicito, muchos somos sensuntepecanos por nacimiento, Usted es de corazon, lo de poeta no lo conocia pero por su profesion y su talento se que llegara muy lejos, en su biografia no aparece la excelente estudiante que fue en el INS y la Universidad, tambien se caracterizo por ser muy buena bailarina en los actos del INS, le reitero mis felicitaciones y le deso muchos exitos.
Estimado Lolo, agradezco infinitamente los conceptos que usted vierte sobre mi persona, así como sus buenos deseos. Y de nuevo, para los distinguidos médicos Perdomo-Valencia, mi reconocimiento al haber puesto en su blog el bello trabajo que hicieron acerca de esta su servidora.
que satisfaccion al saber que la poesia florece en nuestro inolvidable pueblo.
felicidades. tube la fortuna de conocerlos a ud. y su memorable padre,
vivia tres o cuatro casa arriba en la «colonia»y tambien de haber sido alumno de su papa
en plan basico ,y todo lo ensenado por EL todavia lo llevo como ayer.
»GRAN MAESTRO»
XCELENTE Poesia .
Estimado Jorge: agradezco sus comentarios, y sobre todo aprecio grandemente que recuerde a mi padre, el profesor Miranda. Eso me llena de gran alegría. De nuevo, Jorge, muchas gracias. Y le reitero que siempre los recordamos, a todos ustedes, porque mi papá les tuvo una gran estimación. Saludos afectuosos.
Me enorgullece leer que alguien que me impartio clases en el colegio comercial de Cabanas en 1981 quien era una Jovencita Meceditas asi le deciamos carinosamente, tambien su papa el senor Miranda me dio clases en el Instituto de Sensunte Peque en el ano 1982 al 1983. Creo que Sensuntepeque tiene una gran representanta de nuestra cultura. baya pues Merceditas que dios me la bendiga y algun dia me gustaria saludarla 31 anos despues que me impartio clases de ingles en el colgio comercial de cabanas, el cual estaba ubicado sobre la calle al instituto Nacional.
Gracias, Juan Anibal Morales, por comentar en nuestro blog. Estoy seguro que la licenciada Miranda le contestará pronto. Saludos.
A los Dres. Perdomo-Valencia no terminaré de darles las gracias por la fineza que tuvieron al realizar un trabajo sobre mi persona. Y para Juan Aníbal Morales, también mis agradecimientos por recordarme, al igual que a mi papá. Le agradezco, Juan Aníbal, los conceptos que vierte sobre su servidora. Le envío mis saludos fraternales y mis deseos porque reciba múltiples bendiciones. Hasta siempre.
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